El año 2025 se presenta con desafíos y cambios en el mundo de la crianza. Las nuevas dinámicas familiares, el papel de la tecnología y el cuestionamiento de estilos tradicionales están impulsando la aparición de nuevas tendencias que reconfiguran cómo entendemos el cuidado y la educación de los hijos. A continuación, en Ambiance exploramos las seis tendencias clave que marcarán este año.
1. El declive de la Crianza Respetuosa
Cada vez más padres están cuestionando el modelo de Crianza Respetuosa o “gentle parenting”. Aunque sus principios de poner las necesidades del niño en primer plano son loables, para muchos se ha convertido en un método agotador que crea una presión excesiva. Diversos expertos coinciden en que, aunque esta tendencia tiene elementos positivos, es necesario encontrar un balance que permita a los padres cuidar de sí mismos sin sentirse culpables por atender también sus propias necesidades.
2. La reducción del Sharenting
El fenómeno del Sharenting, que implica compartir en redes sociales aspectos de la vida de los hijos, ha generado debate entre los padres. En el 2025 se observa una mayor conciencia sobre la privacidad y la protección de la imagen de los niños, lo que lleva a un declive en esta práctica. La tendencia apunta a limitar la exposición digital, a fin de prevenir riesgos futuros y respetar el derecho a la intimidad de los menores.
3. Retrasar el acceso a la tecnología
El uso temprano de la tecnología se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los padres. Influenciados por obras como The Anxious Generation de Jonathan Haidt, muchas comunidades están promoviendo el retraso en el acceso a dispositivos digitales para los niños. Esta tendencia busca mitigar la sobreexposición a pantallas y fomentar un desarrollo más equilibrado entre lo virtual y lo real.
4. El auge de la educación personalizada y flexible
La búsqueda de alternativas a la educación tradicional es otra tendencia creciente. Padres y educadores exploran modalidades como el homeschooling, la educación híbrida y actividades extraescolares adaptadas a las necesidades individuales de cada niño. Este enfoque personalizado permite ajustar los métodos de enseñanza a los ritmos y estilos de aprendizaje propios de cada familia, promoviendo un desarrollo integral.
5. El auge del Lighthouse Parenting
El llamado “Lighthouse Parenting” (o crianza faro) está ganando terreno como alternativa a la crianza helicóptero y la crianza libre. Propuesto inicialmente por el pediatra Kenneth Ginsburg en 2014, este estilo se caracteriza por ofrecer límites claros y apoyo emocional, al mismo tiempo que se permite que los niños afronten sus propios desafíos. Aunque no existe investigación concluyente sobre este modelo como una categoría única, su creciente popularidad resalta la necesidad de un enfoque intermedio en la toma de decisiones parentales.
6. La integración de la tecnología en la crianza
Finalmente, la tecnología se integra cada vez más en la vida diaria de las familias. Desde monitores inteligentes para bebés hasta aplicaciones educativas impulsadas por inteligencia artificial, los padres confían en estas herramientas para hacer la crianza más eficiente e informada. La tendencia plantea, sin embargo, la interrogante sobre la fiabilidad de estas tecnologías y su impacto a largo plazo en la relación entre padres e hijos.
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